¿Por qué todo el mundo quiere acabar con las contraseñas?

La respuesta más simple es que los usuarios no somos capaces de establecer contraseñas seguras

Tendemos a establecer como contraseñas, que guardan datos a veces trascendentales sobre nosotros, nuestras  vidas, nuestra identidad, cadenas de texto que incluyen nuestro propio nombre, nuestro año de nacimiento, el nombre de nuestra mascota, de nuestra madre. Si Microsoft, Google o Facebook tuvieran que fiarse de las contraseñas que ponemos para defender datos seguros propios, en absoluto lo harían.

La fuerza de nuestras contraseñas es débil. Y quizá esto no les preocupe a las empresas si la contraseña en cuestión es personal, pero si es corporativa, debería preocuparles.

Por estas razones, todo el mundo ahora quiere acabar con las contraseñas, sustituyéndolas por medidas de validación más seguras y eficaces.

Hay unas reglas para crear contraseñas seguras y para recordarlas siempre, pero la gente las incumple por sistema. Las evidencias demuestran que muchas personas siguen usando contraseñas como “123456” o “password’” para la protección de información fundamental en sus vidas.

Nuevas tendencias de seguridad: huellas dactilares, sistemas de reconocimiento facial, escáner de iris

Las grandes compañías de móviles, como Samsung o Huawei, ya se han puesto manos a la obra y están empezando a suplir las carencias de los usuarios al poner contraseñas.

Huawei está incorporando el sistema de huellas dactilares en muchos de sus modelos, por ejemplo, el P9, en el que incluso puedes contestar una llamada con la huella dactilar.

Samsung ha hecho lo propio en el Galaxy S8. Aparte del sensor de huellas, tiene un escáner de iris que te identifica por los ojos y otro que te reconoce por el rostro. También Microsoft  incluye un sistema de reconocimiento facial a través de las webcam de los ordenadores en las últimas actualizaciones de Windows 10

Esta tendencia tiene un nombre: biométrica o estudio de los rasgos únicos de cada persona. Y se convierte así en el futuro de la ciberseguridad.

Estos nuevos métodos de seguridad informática también tienen sus pegas o defectos: por ejemplo el sistema de reconocimiento facial podría ser engañado por una fotografía. Más difícil es la huella dactilar, a no ser que te corten el dedo para logarse en tus dispositivos, cosa, afortunadamente, nada común.

Microsoft quiere acabar con las contraseñas que dependen del usuario. De ahí que haya instaurado para muchos servicios el sistema de enviar un número de teléfono único o irrepetible para acceder a determinadas cuentas.

No obstante, no existe la seguridad informática total. Por ejemplo con la voz, ya hay programas para imitarla a la perfección.

Los riesgos a los que todos, ciudadanos, empresas y gobiernos, estamos sometidos nos sacuden a veces en forma de noticia como la del ataque de virus mundial de este mismo mes de Mayo de 2017

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